El tipo de gasolina que uses para tu vehículo puede influir significativamente en su rendimiento y eficiencia energética. En Estados Unidos, encontrarás varios tipos de gasolina disponibles en las estaciones de servicio, cada una con características particulares y usos recomendados. Este artículo te ayudará a entender las diferencias fundamentales y a elegir la mejor opción para tu automóvil.

1. Gasolina Regular

La gasolina regular, a veces referida como gasolina de 87 octanos, es la más común y generalmente la más barata en las estaciones de servicio. El número 87 representa el índice de octanaje de la gasolina, que mide la resistencia del combustible a la detonación o al «golpeteo» en el motor. La mayoría de los autos en la carretera hoy en día están diseñados para funcionar de manera eficiente con gasolina regular.

2. Gasolina Plus o Mediana

El siguiente paso en la escala de octanaje es la gasolina plus o mediana, que generalmente tiene un índice de octanaje de 89. Este combustible puede mejorar la eficiencia del motor y el rendimiento en ciertos vehículos, especialmente en aquellos diseñados para usar un octanaje más alto.

3. Gasolina Premium o Súper

La gasolina premium, también conocida como súper o de alto octanaje, generalmente tiene una calificación de 91 o más. Este tipo de gasolina es recomendada o requerida para motores de alto rendimiento, como los que se encuentran en vehículos deportivos o de lujo. El uso de gasolina premium en estos motores puede ayudar a maximizar el rendimiento y la eficiencia del combustible. Sin embargo, no suele aportar beneficios significativos a los vehículos que están diseñados para funcionar con gasolina regular.

4. Gasolina E85

El E85 es un tipo de combustible que consiste en una mezcla de 51 a 83 por ciento de etanol y gasolina. Esta es una opción de combustible más ecológica y solo puede ser utilizada en vehículos flex-fuel o vehículos equipados para funcionar con altos porcentajes de etanol. Puede tener un costo menor que las gasolinas tradicionales, pero también puede ofrecer una menor economía de combustible debido al menor contenido de energía del etanol en comparación con la gasolina.

¿Hay otros tipos de combustible aparte de la gasolina?

Sí, además de la gasolina, hay varios otros tipos de combustible que se utilizan en diferentes tipos de vehículos en los Estados Unidos y en todo el mundo. Algunos de los más comunes incluyen:

  1. Diésel: El diésel es un tipo de combustible que se utiliza principalmente en camiones, autobuses, barcos, y en algunos modelos de automóviles y SUVs. Los motores diésel son más eficientes en términos de consumo de combustible que los motores de gasolina, pero el diésel produce más emisiones de partículas y NOx.
  2. Biodiésel: El biodiésel es una alternativa renovable al diésel que se produce a partir de fuentes orgánicas, como aceites vegetales o grasas animales. El biodiésel puede ser utilizado en la mayoría de los motores diésel sin necesidad de modificaciones.
  3. Gas Natural Comprimido (GNC): El GNC es un combustible que se utiliza en algunos autobuses y vehículos de flota. Tiene la ventaja de ser más limpio en términos de emisiones que la gasolina o el diésel, pero la infraestructura de repostaje es limitada en muchos lugares.
  4. Etanol: Como se mencionó anteriormente, el etanol se utiliza a menudo en una mezcla con gasolina (como el E85). Sin embargo, algunos vehículos están diseñados para funcionar con E100, o 100% etanol. Estos son más comunes en lugares como Brasil, que tiene una industria de etanol de caña de azúcar muy desarrollada.
  5. Hidrógeno: Los vehículos de células de combustible de hidrógeno convierten el hidrógeno en electricidad para alimentar un motor eléctrico. Estos vehículos son extremadamente limpios en términos de emisiones, pero la infraestructura de repostaje de hidrógeno es limitada y la producción de hidrógeno puede ser energéticamente intensiva.
  6. Electricidad: Los vehículos eléctricos utilizan la electricidad almacenada en una batería para alimentar un motor eléctrico. Son eficientes, limpios en términos de emisiones y pueden ser recargados en casa. Sin embargo, la distancia que pueden recorrer entre cargas es a menudo menor que la de un vehículo de gasolina o diésel, aunque esto está cambiando rápidamente con los avances en la tecnología de las baterías.